Fachada de un bloque de la Universidad Autónoma del Caribe.
Fachada de un bloque de la Universidad Autónoma del Caribe.
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Clases virtuales en UniAutónoma: "Nosotros pagamos un semestre presencial"

Se siguen conociendo las reacciones sobre el millonario convenio con la UniAtlántico, que mandará a la virtualidad a estudiantes de la UniAutónoma.

El convenio firmado entre el rector de la Universidad Autónoma del Caribe, Jorge Senior, y el exrector de la Universidad del Atlántico, Danilo Hernández, sigue generando reacciones en contra, por la implementación de la modalidad virtual en la primera institución.

Recordemos que la UniAutónoma le está "arrendando" varios salones y oficinas a la UniAtlántico, información que se mantenía en un misterioso secreto y que fue revelada en primicia por Zona Cero.

Javier Manjarrés, representante de los egresados en la Universidad Autónoma del Caribe, indicó que hace 8 meses, el rector Senior llevó el convenio al Consejo Superior y dijo que se iba a desarrollar en el Bloque I.

"Ellos (funcionarios de la rectoría) dijeron que ese bloque se iba a recuperar, que iban a hacer una inversión aproximadamente de unos 300 millones de pesos, lo que nosotros vimos con mucho optimismo y le avalamos al rector", afirmó en diálogo con Atlántico en Noticias.

"Lo que no fue consignado en ese convenio cuando nos lo presentaron era que nuestros estudiantes iban a pasar de lo presencial a lo virtual y eso no se puede hacer porque cuando los estudiantes se matricularon ellos firmaron un contrato de matrícula que habla específicamente  de presencialidad. Eso de la virtualidad no está dentro de ese convenio de matrícula, de ese contrato de matrícula", agregó.

Puntualizó que la presencialidad con los estudiantes siempre tiene que ser la constante en la Universidad Autónoma del Caribe.

"Los estudiantes no pueden ser desplazados por otros estudiantes de la Universidad de la Atlántico, así que el próximo 14 de noviembre que va a sesionar el Consejo Superior vamos a pedir claridad sobre ese convenio", sostuvo.

Enfatizó que no comparten la parte de la virtualidad, la cual debía ser "implementada de inmediato", de acuerdo con la última reunión que lideró Senior.

"Somos conscientes de que la universidad necesita recursos frescos, esos 2.400 millones de pesos, que son los que equivalen al valor del convenio. son necesarios para el desarrollo de las actividades académicas y administrativas de la Universidad. Apoyamos el convenio, pero esa parte en lo que respecta a que estudiantes entren a través de una plataforma, de eso no estamos de acuerdo", manifestó.

Puntualizó que "hay que seguir cumpliendo con el contrato de matrícula y vamos a ser muy estrictos en exigirle a la administración y al rector que se siga cumpliendo".

Natalia Herrera, representante estudiantil ante el Consejo Superior de la Universidad, también diálogo con Atlántico en Noticias, y mostró su rechazo a la virtualidad.

"Sí sabíamos que la Universidad Autónoma venía trabajando un convenio con la Universidad del Atlántico, es importante aclararlo porque no lo estamos desconociendo. En las diferentes comunicaciones que hemos manifestado desde el principio nos dijeron que estábamos de acuerdo porque se iba adecuar el Bloque I, que no está en funcionamiento desde hace varios años, y que no iba a afectar nuestras clases, nuestros horarios y mucho menos la presencialidad", expresó.

Herrera aseguró que "no están satanizando" la virtualidad, "sino que eso fue lo que nosotros acordamos con la universidad y por eso estamos pagando una matrícula".

"Eso fue lo que se socializó y eso fue lo que defendimos ante las directivas en su momento. No se puede mover a los estudiantes, no se puede afectar la calidad académica académica y mucho menos ahora que ya estamos cerrando el semestre", señaló.

Calificó la medida de la virtualidad como "improvisada".

"Eso no puede pasar porque nosotros pagamos un semestre presencial y tenemos el derecho a recibir las clases presenciales. Como estudiantes apoyamos el convenio y apoyamos el progreso de nuestra Universidad, pero las cosas se deben hacer bien o no se hacen. Y el bienestar de la universidad no puede convertirse en sacrificio para los estudiantes. Esta es una decisión que afecta la calidad académica y que no representa el bienestar", expresó Herrera.